miércoles, 11 de noviembre de 2009

MICRORELATO

PARÍS.
Un día de lluvia me dirigía a París, ciudad en la que todos los sueños se hacen realidad, con toda mi familia. El encuentro con aquella ciudad fue magnífico y la gente fue impresionante.
Visitar la Catedral de Notre Dame fue espectacular, ya que, la mirada se te perdía nada más mirar la fachada porque parecía que sus torres llegaban al cielo y abrazaban las nubes. El interior de la arquitectura era esplendoroso porque todo parecía de oro y te hacía sentir en la gloria.
Aunque el tiempo no era muy cálido, los días se pasaban rápidos y entretenidos. Cada día me parecía un mundo distinto.
Uno de los últimos días estuvimos en Walt Disney, lugar en el que los recuerdos se hacen presentes, me hizo recordar mi niñez y aquellos dibujitos animados que me ponía mi madre a la hora del almuerzo. Plutón, Minie, Blancanieves..., todos esos personajes parecían de realidad y cada vez que se acercaban a mí me conmocionaba. Aquel parque hacía que te sintieras como alguien especial y toda mi familia se quedó admirada con todo lo que veían porque parecía ireal.
La vuelta a mi añorable país fue agradable pero dejar atrás todo aquel mundo que me hizo sentir muchas sensaciones me parecía un poco triste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario